Por: Gabriel Caero Rodríguez
Foto: AFP / La Nación y Conmebol
El
miércoles 20 de agosto de 2025 será recordado por un nefasto precedente que ensucia la deportividad del balompié en el mundo: los enfrentamientos entre barras de
Independiente y
Universidad de Chile en el
estadio Libertadores de América de Buenos Aires, en duelo de vuelta de octavos de final de
Copa Sudamericana y que fue cancelado por parte de
Conmebol. Hasta antes de su interrupción, el mismo iba 1-1 (global 1-2 para la visita).
Provocaciones, peleas, asaltos, heridos, daño a la infraestructura y alrededor de 300 detenidos son parte del saldo de una jornada negra que llevó a cancelar el partido a pocos minutos de iniciado el complemento en el estadio del Rojo, dadas las pocas o nulas condiciones de seguridad existentes en el recinto.
Según relatos de los presentes, la provocación comenzó por parte de la barra visitante, que en la bandeja alta de una tribuna popular comenzó a lanzar butacas, dañar instalaciones del estadio y provocar a los hinchas locales. Esto desató la furia de la barra brava de Independiente, que casi de manera inmediata reaccionó y arremetió contra los aficionados de la "U" de Chile. Desde todo punto de vista, reprochable.
Un hincha chileno que trató de huir de las agresiones cayó desde la tribuna alta hacia el vacío. Su pronóstico de salud es reservado, además que al menos una decena de aficionados trasandinos fueron golpeados y quedaron inconscientes. La gran mayoría de la barra visitante fue despojada de sus pertenencias e incluso ropa, quedando en paños menores y contusos.
El hecho no pasó desapercibido para Conmebol, que decidió dar por cancelado este partido y ahora se analizarán las sanciones disciplinarias para ambos clubes. No se descarta que haya una exclusión de ambos equipos, ya que los desmanes fueron por parte de ambas barras y el anfitrión no pudo brindar las garantías para que el compromiso se desarrolle con tranquilidad.
Al respecto de estos hechos, el presidente de Independiente de Avellaneda, Néstor Grindetti, indicó a TyC Sports que se brindaron todas las garantías y que los responsables directos son los miembros del cuadro visitante.
"Acá está claro el comienzo del problema y la continuidad del problema con un solo público. Hay 90 detenidos que son simpatizantes de la U, hay un claro responsable, es evidente y vamos a estar defendiendo los intereses de Independiente en todas las instancias que correspondan. Vamos a seguir esto hasta lo último. Creo que corresponde claramente una sanción al club chileno y una liberación de la responsabilidad a Independiente", enfatizó Grindetti.
Por su parte, el titular de Universidad de Chile, Michael Clark, citado por Infobae, expresó su preocupación por los aficionados heridos en el estadio argentino, además que deslindó responsabilidades por los hechos y apuntó al anfitrión por la falta de seguridad.
"Hay que verlo, la verdad que nosotros estamos más abocados hoy en día a ver cómo está la gente. Eso habrá tiempo para ver efectivamente cómo se originó el problema. Encuentro que haber puesto a una barra en una segunda bandeja sin ningún tipo de reja y con gente abajo quizás no es lo mejor. Claramente hay un club organizador. Nosotros no somos los organizadores, no pusimos a la gente donde estaba, no tuvimos nada que ver con los sistemas de seguridad. No hay información oficial, información pública", acotó Clark.
Comentarios
Publicar un comentario